La OTAN ha propuesto la tecnología, digitalización y ciberseguridad como elementos estratégicos en la seguridad integral, de estos se derivan retos para los que introduce mejorar los sistemas de respuesta a crisis.
La Fundación ESYS, cuyo trabajo se focaliza en desarrollar y fortalecer el debate público sobre los retos para la seguridad integral en la era de la sociedad digital, ha prestado cercana atención a la Cumbre de la OTAN y al foro público organizado en tal contexto.
El nuevo “Concepto Estratégico” de la OTAN adoptado en Madrid concibe la digitalización, las tecnologías emergentes y la ciberseguridad como uno de los grandes cinco “propósitos y principios” que guiarán el nuevo mandato de la OTAN durante los próximos diez años.
La ciberseguridad y las tecnologías han sido mencionadas de forma breve en el Concepto Estratégico aprobado en el 2009, por lo que cumplir con la necesidad y oportunidad de abordar la seguridad integral en la era digital es un enfoque acertado.
La OTAN articula la importancia estratégica de la tecnología en tres sentidos.
En primer lugar, la organización defiende que el liderazgo tecnológico se ha convertido en un elemento de poder, competición y rivalidad. El Concepto Estratégico hace referencia al uso del ciberespacio para llevar a cabo actividades maliciosas, el control de sectores industriales y tecnológicos claves, infraestructura crítica, materiales estratégicos y cadenas de suministro, así como la creación de nuevas dependencias.
En segundo lugar, se estipula que la ventaja tecnológica permite llevar a cabo mejoras en la seguridad digital de los equipamientos e infraestructuras, así como sofisticar los servicios y la interoperabilidad.
En último lugar, la OTAN propone que la tecnología ha abierto nuevas ventanas de oportunidad de interactuar en la seguridad global y adaptar las respuestas a ella. Por ejemplo, la organización ha señalado la importancia en tener una mayor fuerza de trabajo especializada en ciberseguridad y fomentar las relaciones civil-militares y entre el sector público y privado. En ese sentido, en el Concepto Estratégico se propone el objetivo de mejorar las formaciones y ejercicios, los mecanismos de toma de decisiones, los procedimientos de planificación y los sistemas de respuesta a crisis para las nuevas necesidades que la tecnología conlleva.
Además de estos elementos, uno de los retos a los que el Concepto Estratégico 2022 deberá hacer frente en los próximos años deberá ser la inclusión de mayores mecanismos de innovación con start-ups. También será necesaria la colaboración público-privada y privada-privada entre empresas cuyo portfolio de servicios no incluye necesariamente la dimensión digital, pero cuyo trabajo puede ser beneficioso para la labor de la OTAN en materia de seguridad.
Asimismo, otro reto será el de concebir la tecnología como elemento de disuasión y defensa, incluso como componente clave en la prevención y gestión de crisis, donde aún no se hace ninguna mención de índole tecnológico. Aún así, la organización hace referencia a las tecnologías verdes y a la cooperación UE-OTAN al mencionar el factor tecnológico como uno de los pilares de la seguridad corporativa.
El Concepto Estratégico de 2022 en Madrid es una ventana de oportunidad. Su valor añadido es que aborda la tecnología como principio, medio y fin, con lo que orienta el desarrollo de estratégias de la Fundación ESYS. Esto se debe a que permitirá trabajar en un marco más exhaustivo de respuestas destinadas a garantizar la salud integral, física y digital, en la era tecnológica actual.